Superación Personal


Visualización creativa: fases y técnicas



La visualización creativa es un proceso por el que a través de nuestra mente y haciendo uso de nuestra imaginación, somos capaces de crear aquello que realmente queramos que ocurra. Puede ser la consecución de un éxito o una meta, visionar el resultado final de nuestro proyecto, etc.
Este concepto une dos términos: visualizar y creatividad. Visualizar es ver en tu mente aquello que quieres que pase o lo que quieres conseguir. Cuando visualizamos en nuestro interior, estamos dando el primer paso para que algo ocurra en el exterior. La creatividad se refiere a la ausencia de límites, a imaginarnos aquello que realmente queremos sin pensar si es posible o no.

El doctor Denis Waitley estudió la visualización creativa y sus efectos en distintos grupos de personas. En primer lugar, lo hizo con astronautas de la NASA y sus resultados fueron muy buenos. Posteriormente, lo llevó a cabo con atletas olímpicos replicando los resultados anteriores. Los estudios determinaron que nuestro cerebro no es capaz de discernir entre una situación imaginaria y una real.

Para poner en práctica la visualización creativa es importante que partamos de un estado de entusiasmo hacia la técnica y que pongamos todos nuestros sentidos en ello, puesto que cuanto más real y más vivida sea para nosotros esta visualización, mejores resultados obtendremos.
Además, sirve para cualquier cosa que queramos atraer en nuestra vida, ya sea en la esfera laboral, familiar o social. La razón es porque nosotros mismos somos lo que pensamos y, tarde o temprano, aquello que pensamos y visualizamos tendrá lugar en nuestras vidas. Es decir, nuestros pensamientos modelan nuestro presente y nos proyectan hacia el futuro que realmente queremos.
Nuestra mente es tan sugestionable que de igual manera que pensamos que algo malo nos va a ocurrir o que no vamos a alcanzar un éxito determinado, podemos entrenarla para conseguir efectos positivos. Pensando de manera positiva en aquello que queremos que ocurra, atraeremos a nuestra vida resultados y experiencias positivas.

Fases de la visualización creativa

La psicología experimental ha probado la visualización creativa, desde la teoría computacional de imágenes y, para ello, describió una serie de fases:
1ª Etapa: Generación de imágenes. Desde la creatividad o la fantasía (o ambas) generamos una serie de imágenes mentales.
2ª Etapa: Mantenimiento de las imágenes. Supone mantener de manera intencional o preservar las imágenes mentales. Esta fase es muy importante, puesto que si no almacenamos las imágenes, las siguientes fases no serían posibles.
3ª Etapa: Inspección de la imagen. Esta fase supone centrar nuestra atención en la imagen que generamos inicialmente. Cuanto más minuciosos seamos en el análisis, mayor información recibiremos de la misma.
4ª Etapa: Transformación de la imagen. Este punto, tras el análisis, consiste en modificar los aspectos que nos supongan malestar o algún tipo de estrés por aspectos positivos.

Técnicas

La autora Shakti Gawain en su libro Visualización creativa propone una serie de ejercicios de meditación y práctica de la visualización. A continuación, te muestro algunos de ellos. Recuerda que debes adaptarlos a tus necesidades y objetivos.
Para asentarse y dejar que fluya la energía
Esta es una sencilla técnica de visualización que resulta especialmente útil al principio de cada meditación. Su objeto es mantener el flujo de energía y deshacerse de cualquier bloqueo.
En primer lugar, siéntate en una postura cómoda en la que puedas mantener la espalda erguida. Puede ser en una silla o bien, en el suelo con las piernas cruzadas. Cierra los ojos y respira lenta y profundamente.
Cuando te sientas completamente relajado, imagina que tienes atada una cuerda muy larga que va desde la base de tu espina dorsal y que llega hasta el interior de la tierra, atravesando el suelo. Esta es conocida como la cuerda de anclaje.
Entonces, imagina que la energía de la tierra está subiendo, a través, de la cuerda y acaba discurriendo por todo tu cuerpo. Continúa en este estado y explora todas las sensaciones que evoca en ti.

Para abrir los centros de energía
Esta meditación es utilizada para curar y purificar su cuerpo y, así, hacer que fluya su energía. Es excelente para realizarla por la mañana al despertarse, al empezar cualquier meditación o siempre que deseemos relajarnos y despejarnos.
Túmbate boca arriba y mantén los brazos extendidos a los lados o bien, con las manos cruzadas sobre el tronco. Cierra los ojos, relájate y respira lenta, profunda y suavemente. Imagina que hay una esfera resplandeciente con rayos dorados encima de tu cabeza.
Respira lenta y profundamente mientras mantienes la atención fija en la esfera y vas notando su irradiación en tu cuerpo, desde la cabeza hasta los pies. Siente como la energía se va expandiendo por todo tu cuerpo.
La creación de tu santuario
Uno de los primeros pasos que debemos tener en cuenta en practicar la visualización creativa es crear un santuario en nuestro interior. Este santuario es nuestro lugar personal y en el que podemos refugiarnos cada vez que lo necesitemos.
Ponte cómodo, cierra los ojos y relájate. Imagínate en un hermoso y apacible entorno natural. Puede ser el como tú quieras, un sitio real o imaginado. Lo importante es que te sientas cómodo en él.
Explora ese entorno, fijándote en todos los detalles. Lo que ves, lo que escuchas, lo que sientes.
Puedes hacer aquello que más quieras para hacerlo el lugar más apacible de todos. Desde ese momento, éste será tu santuario interior, al que podrás volver siempre tan solo cerrando los ojos y deseándolo.
Siempre que quieras, puedes añadir elementos de tu santuario o eliminar cosas que te molesten o que no te resulten apacibles. Lo importante es que sea un lugar en el que te sientas seguro.
Encontrarte con tu guía
En ocasiones, puede resultarnos complicado conectar con nuestra sabiduría superior. Cuando esto ocurra, podemos recurrir a nuestro guía interior (también conocido como consejero, guía espiritual, maestro, etc).
En primer lugar, cierra los ojos y relájate. Cierra los ojos y relájate profundamente. Acude a tu santuario y disfruta unos minutos en él.
Después, imagínate que se abre un sendero en tu santuario y que éste se va estrechando hasta que se pierde a lo lejos. Comienza a caminar por él y, a medida que avanzas, comienzas a sentir una luz clara y brillante. Obsérvala, ¿es un hombre o una mujer?, ¿qué aspecto tiene?, ¿cuál es su edad? Cuanto más cerca te encuentres de esa persona, más detalles podrás percibir.
Cuando te encuentres a su lado, salúdale y párate a hablar con él o ella. Pregúntale lo que necesites o lo que quieras saber, pasead juntos y disfrutad de ese momento. Quizás, las respuestas no te gusten, pero no te desanimes en el intento.
Al encontrarte satisfecho con este momento, despídete de él y sal del ejercicio de meditación. Recuerda que puedes acudir a tu guía cuando lo consideres necesario y lo necesites, al igual que acudes a tu santuario.
Si no te encuentras satisfecho con tu guía, como hemos en técnicas anteriores, introduce los cambios que consideres necesarios. No te frustres si no sale a la primera, lo importante es que te vayas encontrando cómodo con el resultado, para ello moldéalo a tu gusto.
La técnica de la burbuja rosa
Toma una postura cómoda, cierra los ojos y deja que la respiración fluya de manera natural. Ve sintiendo cómo cada vez te encuentras más cómodo. Cuando te encuentres relajado y tranquilo, imagínate algo que te gustaría que ocurriera.
Ahora, imagina que ya ha pasado. Observa el resultado y disfruta de él, examínalo cómo es, qué emociones y sensaciones te evoca. Cuanto más claro y más detalles seas capaz de captar, será mejor.
Cuando hayas sido capaz de captarlo a través de todos tus sentidos, dibuja con tu mente una burbuja de color rosa y observa cómo tu objetivo se introduce dentro de esa burbuja.
Disfruta de este momento de armonía y cuando estés listo, imagina cómo la burbuja comienza a flotar y va desapareciendo. No pierdas de vista el objeto que has visualizado al comienzo.
El significado de esta meditación es la liberación emocional del deseo y cómo flota por el universo atrayendo y concentrando toda nuestra energía para que se haga realidad.

Para curarnos nosotros mismos
Este ejercicio de meditación puede ayudarnos a descubrir la causa subyacente de alguna enfermedad y a empezar a liberarnos para alcanzar la sanación completa.
Como en los ejercicios anteriores, toma una postura cómoda (sentado o tumbado) y comienza a hacer ejercicios de respiración. Cuando te encuentres relajado, comienza por los dedos de los pies, poniendo toda la atención posible en distintas partes de tu cuerpo. Envía una orden de relajación y liberación de tensión.
Ve notando cómo se van disolviendo todas las tensiones en tu cuerpo y que se van alejando de ti. Cuando hayas recorrido todas las partes de tu cuerpo, imagina que ay una luz dorada curativa que rodea tu cuerpo y siéntela, disfruta de su contacto con tu cuerpo y examina qué sensaciones te evoca.
Si tienes alguna parte dolorida o sufres alguna enfermedad, pregúntale a tu cuerpo si quiere decirte algo, si tiene algún mensaje para ti, si es necesario que hagas algún cambio.
Disfruta durante unos minutos de la sensación de estar relajado y examina los mensajes que te envía tu cuerpo, ya sean pensamientos, emociones, imágenes, etc. Pon todo de tu parte para comprenderlas. Si no notamos nada, es probable que estos mensajes lleguen en otro momento.
Nota cómo se diluyen tus problemas o cómo encuentras las solucionadas adecuadas. Después, visualízate en un estado óptimo de salud, en distintas situaciones contextos y situaciones como una persona plena y radiante.
Mándate a ti mismo mensajes de este tipo: “Me estoy amando y curando a todos los niveles: espiritual, mental, emocional y físicamente”, “Soy capaz de satisfacer mis necesidades sin tener que caer enfermo” “Estoy aprendiendo a cuidarme”, “Me merezco gozar de una buena salud y sentirme bien”, “Me siento liberado y sano. Estoy rebosante de salud y energía”.
El cuaderno de visualización creativa
Podemos escribir un cuaderno con aquello que queramos que ocurra (nuestros sueños y fantasías), qué estamos haciendo para cumplirlo, qué cosas nos inspiran (cuentos, canciones, ideas, sentimientos, etc).
Existen algunos cuadernos editados por distintas editoriales, pero también podemos hacerlos nosotros mismos a nuestro gusto. A continuación, vemos una serie de ejercicios de cosas que podemos apuntar en nuestro cuaderno:
1.   Nuestras afirmaciones. ¿Cuáles son las afirmaciones que más te gustan?, ¿cuáles te motivan más al cambio? Podemos reservar unas páginas para escribirlas juntas o bien, escribirlas como encabezados de otras páginas, relacionándolas con otros contenidos.
2.   Maneras de fluir hacia los demás. Elabora una lista de las formas en las que puedes hacer fluir tu energía a las personas que te rodean. Esta lista puede ser de manera general o específica. También, anota qué elementos son necesarios, como, por ejemplo: tiempo, afecto, dinero, amistad, etc.
3.   Lista de éxitos. Haz otra lista de todas las situaciones que han sido exitosas a lo largo de tu vida y analiza los elementos que estuvieron presentes, cuáles no, cómo reaccionaste, etc.
4.   Lista de agradecimientos. Esta lista es para anotar todo por lo que nos sentimos agradecidos. Pueden ser bienes materiales y, también, intangibles.
5.   Lista de autoestima. Toma nota de todas las cosas que te gustan de ti, en la esfera física y sobre tus cualidades. Se trata de sentirnos bien con nosotros mismos. Cuanto más amor propio cultivemos, mayores serán nuestros éxitos.
6.   Lista de satisfacción personal. Toma nota de cosas que puedes hacer por ti mismo y que contribuirán a encontrarte mejor. Pueden ser cosas que podemos hacer en nuestro día a día y, también, grandes retos. Clasifícalas.
7.   Lista para curaciones y asistencias. Anota a personas que conozcas y que necesiten algún tipo de apoyo o asistencia. También, que se encuentren buscando una cura para algo que les ocurra. Acompaña sus nombres de afirmaciones que podrían decirse ellos mismos y piensa cómo puedes apoyarles en su situación.
8.   Fantasías e ideas creativas. Escribe todas tus ideas, planes, sueños de futuro o las ideas creativas que se te ocurran. Dale rienda suelta a tu imaginación, no te pongas obstáculos.
Este ejercicio promoverá tu imaginación y creatividad.




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