Cómo Desarrollar la Intuición: 8 Tips que Funcionan

Desarollar la intuición es posible a través de un cambio de hábitos y práctica de ciertas actividades como la meditación, ejercicios de creatividad, mindfulness o la práctica de la inteligencia emocional y del pensamiento positivo.

La intuición es una función psíquica importante que tenemos en cuenta a la hora de tener en cuenta los elementos de la situación, decidir y guiar nuestra vida. Intuimos cosas que creemos que van a suceder, cosas acerca de nosotros mismos, de los demás… y no es algo racional, puesto que no tenemos pruebas pero estamos “convencidos” de ello.

Aunque no siempre está de manera consciente para nosotros, está presente diariamente en nuestra vida y es importante aprender a desarrollarla para funcionar mejor.

Características de las personas intuitivas

Las personas con una intuición más desarrollada pueden anticiparse a las situaciones y por tanto, es más probable que acierten a la hora de tomar decisiones. Son personas más “visionarias” en cuanto a innovadoras, dado que pueden tener en cuenta más aspectos a la hora de observar y decidir en las situaciones.

Las personas intuitivas están más atraídas por lo nuevo y por lo desconocido, son abiertas de mente y entusiastas, son creativas e innovadoras, porque tienen en cuenta muchos más aspectos de la realidad.

La intuición proporciona información a las personas que, de ser tenida en cuenta, puede ser útil para decidir y prevenir situaciones que nos resultan molestas o desagradables. La capacidad de ser intuitivo está en todas las personas, pero existe un potencial que nos permite desarrollarla.

8 consejos para desarrollar la intuición

1- Practica meditación


La meditación o en psicología lo que llamamos la práctica de mindfulness puede ser útil para desarrollar la intuición. Es importante que te relajes y prestes atención al momento presente.

Desde el mindfulness se propone la atención o consciencia plena y pone su énfasis en la capacidad de estar y de vivir en el momento presente. Esto te permite conocer profundamente la experiencia y reconocer lo que sucede mientras sucede.

Desde la práctica de la meditación, cuando prestas atención a la experiencia en el presente con una actitud de curiosidad, interés y aceptación se recupera el equilibrio interno de la persona.

Cuando se practica la atención plena, es probable desarrollar una capacidad mayor de discernimiento, de compasión y de claridad mental.

Si dejas de lado todo para centrarte en la experiencia presente, observándola y sin juzgar, es posible que percibas muchas cosas que en el día a día te pasan desapercibidas y que logres alcanzar un estado de conciencia que te permita tomar  mejores decisiones.

La conciencia es una pantalla en blanco donde se proyectan las conclusiones del proceso intuitivo. Y el mindfulness proporciona el espacio para que surja la conciencia de manera plena.

2- Presta atención a las señales de tu cuerpo

Prestar atención a las señales de nuestro cuerpo es un consejo útil para desarrollar la intuición. Hemos dicho que aprehendemos la realidad a través de los sentidos, pero que a pesar de ello, también podríamos tener un “sexto sentido” que es la intuición.

Una de las maneras para desarrollar la intuición es aprender a desarrollar los cinco sentidos. Para eso, puedes hacerlo de manera cotidiana, en cada una de las cosas que hagas, pero también puedes buscar momentos específicos para centrarte en ellos, practicar y así desarrollarlos.

Por ejemplo, decide en qué sentido vas a centrarte y presta toda tu atención: en la visa, analizando cada cosa, el color y las tonalidades, los objetos, las formas… se trata, al igual que en la meditación, de tener una actitud abierta al mundo.

Con el gusto, mientras saboreas, si te detienes para hacer sólo eso y en ese momento, puedes centrarte y conocer cosas que en el día a día te pasan desapercibidas.

Lo mismo te puede pasar con el olfato o con el oído, buscando momentos donde puedas centrarte solo en eso. Cada uno de los sentidos es diferente y puede aportarte un conocimiento distinto.

Además, atender a las señales de otras personas también puede darte información. Por ejemplo, su lenguaje no verbal, cómo dice las cosas, su postura, los gestos, el tono en el que habla…

Todo ello te daré mucha información con la que puedes guiarte a la hora de tomar decisiones.

3- Desarrolla tu autoconfianza y autoestima

La autoconfianza y la autoestima son piezas clave para incrementar el bienestar y la salud mental y también para desarrollar la intuición.

Descubre tus fortalezas, tus puntos fuertes y también tus debilidades. Un mayor conocimiento sobre nosotros mismos nos ayuda a enfrentarnos mejor a todas las situaciones de la vida.

El autoconocimiento es la base de la inteligencia emocional. Conocer qué sentimos, qué pensamos, cómo actuamos… nos dará una herramienta poderosa para tomar buenas decisiones.

Es importante también que te establezcas objetivos que imagines tu vida dentro de un tiempo y veas que te gustaría haber conseguido. Plantéate metas y objetivos a corto plazo que te ayuden a conseguirlo.

Decimos que la autoestima y el autoconocimiento es importante para la intuición porque esta se encarga de resolver problemas nuevos, generar nuevo conocimiento…

Es la experiencia acumulada y nada de ello será posible de modo efectivo si uno no confía en sí mismo, en sus capacidades, habilidades y en su experiencia.

4- Desarrolla la inteligencia emocional y practica la bondad

La inteligencia emocional está relacionada con la intuición. Hemos dicho que la intuición es una vía más emocional, relacionada con las emociones y alejada del pensamiento lógico-racional.

Cuando intuimos una idea, es porque la hemos “sentido”, aunque no sepamos su razón. Todos nosotros aspiramos a ser buenas personas y a ser felices. Agradecer y ser bueno y honesto con uno mismo y con los demás es la vía adecuada para conocerse y ser feliz.

Cuando uno se plantea, diariamente, ser cada vez mejor, practicar la bondad y la compasión consigo mismo (dejando de lado la culpa) y con los demás, la vida fluye y uno se encuentra mejor, más despierto, más tranquilo y calmado.

En estas condiciones es más fácil tener un buen estado de ánimo, comprender a las personas y ser más intuitivo.

5- Desacelera tu ritmo de vida y dedícate tiempo

Para desarrollar la intuición uno debe conocerse, y para conocerse, uno debe dedicarse tiempo.

La inteligencia emocional es fundamental para la vía diaria; necesitamos conocernos, aceptarnos y saber relacionarnos con otras personas. Se necesita el crecimiento y el desarrollo personal en todos los ámbitos de la vida.

El ritmo de vida que llevamos es frenético, acelerado… procura encontrar momentos para ti, para encontrarte con ti mismo y para hacer actividades que te gusten y que te resulten gratificantes.

6- Piensa de manera positiva

Pensar de manera positiva tiene muchos beneficios para la salud física y mental. Nos ayuda a sentirnos bien, a llevar una vida satisfactoria y a tener bienestar y paz interior.

Cuando pensamos en positivo, las emociones presentes en nuestra vida también lo son, lo que nos ayuda a tener una mente más clara y optimista y a relacionarnos mejor con el mundo y con las personas de nuestro alrededor.

Ser optimista y pensar de manera positiva, además de hacerte sentir bien, te ayudará en tu apertura al mundo y por tanto te permitirá tomar decisiones de manera más clara y consciente, siendo así una persona más intuitiva que atiende a todos los elementos de su alrededor.

Los pensamientos negativos sobre nosotros mismos, sobre la vida y sobre el mundo provocan en nosotros emociones, sentimientos y estados de ánimo negativos que nos dificultan ser felices y tomar decisiones oportunas.

Es importante que sepas escucharte. Cuando te sientas mal, triste o decaído, céntrate y atiende a cuáles son tus pensamientos.

Una buena opción puede ser registrar los momentos del día en los que te sientes mal y cuáles son los pensamientos que tienes. Intenta después cambiar el rumbo del pensamiento.

A veces, cuando lo vemos escrito y con perspectiva, somos capaces de detectar lo que ha sucedido y tendremos mayores probabilidades de mejorar en otra situación similar.

7- No tengas miedo a los cambios ni a equivocarte

Los cambios siempre suelen generar miedo, por la incertidumbre a lo que no conocemos. A los seres humanos nos gustan los hábitos y las costumbres y no tener que salir de nuestra zona de confort.

Sin embargo, enfrentarse a los miedos y tomar decisiones que nos ayuden a cambiar aspectos de nuestra vida puede ser muy beneficioso para nosotros.

Nos pondrán a prueba y hará que saquemos lo mejor de nosotros mismos para hacer frente a esas situaciones de manera exitosa.

No tengas miedo a equivocarte, los errores forman parte de la vida y nos ofrecen enseñanzas muy valiosas. Cambia tu concepción del error, ¿quién no se equivoca?

8- Desarrolla tu creatividad









Comentarios