Orina Turbia: Posibles Causas y Tratamientos

La orina turbia y en ocasiones fétida puede ser un signo de enfermedad severa de la vía urinaria. Este signo es subestimado por la mayoría de los pacientes cuando en realidad debería ser una señal de alarma, ya que indica que algo no anda bien en nuestro organismo.

La orina es el resultado de un complejo proceso de filtración que se lleva a cabo en los riñones; la misma está compuesta principalmente por agua y algunos solutos (productos de la excreción), los cuales se encuentran presentes en una cantidad tal que no modifican la transparencia del agua que forma parte de la orina. 

Cuando por alguna razón la cantidad de solutos aumenta o hay presencia de materiales que normalmente no estarían en la orina, esta ya deja de se transparente y toma un aspecto turbio, como si hubiese algún tipo de material disuelto visible en la misma.

En el ámbito bioquímico, esto se debe a un aumento de la concentración de ciertos solutos como las proteínas, a la presencia de materiales que normalmente no están en la orina (como cristales de urato) o a un aumento en la cantidad de células (la cual suele ser muy baja).

El examen simple de orina suele dar una idea muy clara de lo que está pasando en los ámbitos microscópico y químico en la orina, de manera que el médico puede orientar el diagnóstico con bastante precisión a partir de los resultados de este examen.

Posibles causas

La orina puede volverse turbia debido a múltiples condiciones, las cuales ocuparían un tomo completo de un libro de urología. De allí que en esta entrada nos centraremos en las causas más frecuentes, entre las que están:

– Infección urinaria.

– Hematura (sangre en la orina).

– Proteinuria (aumento de la cantidad de proteínas en la orina).

– Diabetes.

– Cálculos renales.

De todas las causas que pueden hacer que la orina se torne turbia, las infecciones son por lejos las más frecuentes; sin embargo, no deben subestimarse otras condiciones ya que, cuando están presentes y no se diagnostican a tiempo, puede haber daños irreversibles de la vía urinaria.

Infección urinaria

Las infecciones urinarias son la causa más común de orina turbia. En estos casos la presencia de gran número de bacterias, células del urotelio muertas, células del sistema imunológico (glóbulos blancos) así como sustancias químicas tales como los anticuerpos, hacen que la orina deje de ser transparente.

En los casos más severos donde se detecta pus en la orina (piuria) la orina ya no es turbia, sino que pierde la transparencia por completo.

Todas las infecciones urinarias —tanto bajas (cistitis) como altas (pielonefritis)— se presentan con cambios en la transparencia de la orina, la cual además se torna fétida.

Aunque la mayoría de las personas asocian la disuria (ardor al orinar) con las infecciones urinarias, en ocasiones este síntoma está ausente y el único indicio de una infección urinaria es la orina turbia, particularmente en bebés muy pequeños y en adultos mayores, en especial aquellos con algún grado de déficit cognitivo. 

Hematuria

La hematuria es la presencia de glóbulos rojos en la sangre. En los casos de hematuria macroscópica (donde la cantidad de sangre es considerable) la orina se torna roja; sin embargo, estos no son la mayoría de los casos, siendo más frecuente la microhematuria.

Se conoce como microhematuria a la presencia de glóbulos rojos en la orina (estas células normalmente no están presentes en la orina o lo hacen en cantidades extremadamente bajas), lo cual hace que la orina se torne turbia.

A mayor cantidad de glóbulos rojos más turbia la orina. Sin embargo, en estos casos es indispensable identificar la causa para poder iniciar el tratamiento, ya que las causas de microhematuria van desde infecciones urinarias hasta cáncer renal, pasando por cálculos renales y enfermedad inflamatoria renal (nefritis).

Proteinuria

Se conoce como proteinuria al incremento de la cantidad proteínas en la orina, principalmente albúmina. Si bien es normal la presencia de cierta cantidad de proteínas en la orina, esta no debe sobrepasar los niveles considerados como normales.

Cuando esto ocurre se debe a que hay daños en los poros renales, que permiten que una cantidad de proteínas superior a lo normal escape desde el torrente sanguíneo a la orina.

Esto se debe a múltiples causas, que van desde el sindrome nefrótico hasta la nefropatía hipertensiva, pasando por una miríada de enfermedades renales que cursan con proteinuría. 

Diabetes

La diabetes es una de las causas más comunes de proteinuria debido al desarrollo de nefropatía diabética.

Además, en los casos de diabetes descompensada o mal controlada, el exceso de azúcar en la sangre comienza a expulsarse por la orina, fenómeno conocido como glucosuria.

Dado que los niveles normales de glucosa en la orina son muy bajos (en ocasiones indetectables), la presencia de las moléculas de glucosa en la orina suelen hacer que esta se torne turbia.

Al igual que con la hematuria y la proteinuría, a mayor concentración del soluto (en este caso, glucosa), más turbia será la orina. 

Cálculos renales

Los cálculos renales se deben a un aumento de la presencia de cristales de urato en la orina. Mientras más cristales existan más cantidad de cálculos se formarán, pero además la concentración de cristales en la orina aumentará.

Estos cristales funcionan tal como cualquier otro soluto (glóbulos rojos, pus, proteínas, etc.), de manera que a mayor concentración más turbia será la orina.

Si a esto sumamos el hecho de que los cálculos renales suelen estar asociados a una mayor frecuencia de infecciones urinarias, las condiciones están dadas para que la orina de los pacientes con esta condición sea turbia. 

Tratamiento 

Una buena estrategia en cualquiera de los casos es aumentar el consumo de agua ya que así los solutos se diluyen y la orina tiende a ser más cristalina.

Sin embargo, esta estrategia es útil solo para prevenir que el daño de la vía urinaria se propague y en ningún caso soluciona el problema; incluso puede agravarlo como en los casos de sindrome nefrótico; por tanto, es obligatorio consultar con un especialista siempre que la orina se torne turbia.

Después de un examen clínico minucioso y la realización de algunas pruebas será posible establecer el diagnóstico con certeza, y a partir de allí decidir cuál es el mejor tratamiento.

Tal como suele suceder con los síntomas inespecíficos que pueden estar presentes en distintas enfermedades, el tratamiento específico va a depender de la causa del problema.

En los casos de las infecciones, la administración de antibióticos apropiados será suficiente. En cambio, cuando hay litiasis renal (piedras o cálculos) puede ser necesario algún tipo de intervención invasiva para remover los cálculos, así como la administración de medicamentos que limiten la formación de cristales en la orina.

Enfermedades del riñón

En los casos de enfermedades del riñón como la nefritis, la nefropatía diabética o la nefropatía hipertensiva, será necesario no solo tratar la condición renal sino también controlar enfermedad de base que la produjo.

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